Alerta: Enfermedades relacionadas con las moscas volantes y la esclerosis múltiple en la visión
Alerta: Enfermedades relacionadas con las moscas volantes y la esclerosis múltiple en la visión.
Las moscas volantes y la esclerosis múltiple son condiciones que pueden afectar la salud visual de las personas. Las moscas volantes son pequeñas partículas que flotan en el humor vítreo del ojo, mientras que la esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que puede afectar el nervio óptico. Ambas condiciones pueden causar síntomas visuales como visión borrosa, pérdida de nitidez y alteraciones en la percepción de colores.
Cuándo preocuparse por las moscas volantes
Las moscas volantes son manchas o cuerpos flotantes que se ven en el campo visual y son comunes en muchas personas. Por lo general, son partículas de gel o células en el humor vítreo del ojo y, en la mayoría de los casos, son inofensivas. Sin embargo, hay situaciones en las que se debe prestar especial atención a la presencia de moscas volantes.
Si de repente aparecen nuevas moscas volantes acompañadas de destellos de luz o una sombra en la visión periférica, puede ser una señal de desprendimiento de retina, una condición médica grave que requiere atención médica inmediata. Otros síntomas de desprendimiento de retina incluyen una cortina opaca que se desplaza por el campo visual.
También es importante preocuparse si las moscas volantes van acompañadas de pérdida de visión repentina, dolor en el ojo, enrojecimiento o inflamación. Estos síntomas podrían indicar problemas más graves, como hemorragias en el ojo, inflamación o incluso un desgarro en la retina.
En general, si las moscas volantes persisten o aumentan en número de manera significativa, es recomendable consultar a un oftalmólogo para una evaluación más detallada. El profesional de la salud visual podrá determinar si hay alguna condición subyacente que requiera tratamiento.
Efectos de la esclerosis múltiple en los ojos
Cuando se trata de la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad del sistema nervioso central, los ojos pueden verse afectados de diversas maneras. La EM puede causar daño en los nervios que controlan los movimientos oculares, lo que resulta en problemas de visión. Uno de los efectos más comunes es la neuritis óptica, que se manifiesta con inflamación del nervio óptico y puede causar visión borrosa, dolor al mover los ojos o pérdida de visión temporal en uno o ambos ojos.
Además, la EM puede provocar nistagmo, un movimiento involuntario de los ojos que puede influir en la capacidad de enfocar la visión. La diplopía o visión doble también puede ocurrir debido a problemas en los músculos oculares.
La EM también puede afectar la percepción del color y la agudeza visual de una persona. Algunos pacientes pueden experimentar dificultades para distinguir los colores o para enfocar objetos con claridad.
Es importante que las personas con EM reciban un seguimiento oftalmológico regular para detectar cualquier cambio en su visión y tomar las medidas necesarias para gestionar los efectos en los ojos. El tratamiento puede incluir terapias para aliviar los síntomas, como corticosteroides para reducir la inflamación en casos de neuritis óptica.
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